Entrevista a Petro, el habitante del reino donde existe una dinastía. II

¿Cómo es un día en la vida de Petro?

Ah…complicado responderte eso. Imagínate yo soy dormilón. Dormir las mañanas me encanta. Por eso tengo que levantarme una hora antes para salir hacia el trabajo. Siempre voy corto de tiempo, corriendo, saltando los charcos, para que no se me vaya la guagua. La mayoría de las veces no lo logro, pero insisto. En el trabajo hago lo que me toca y si puedo menos. El día del cobro mi salario se acaba antes de salir del trabajo. ¿Entonces? Hay que evitar el estrés. La vida me la busco “resolviendo”. No te hagas el extranjero, tú sabes a que me refiero. Como obrero y proletario no subsiste nadie en este reino. El día para mí es complejo, resolver la subsistencia diaria no es jamón. Hablando de eso, tengo unas cuantas cositas de venta, quizás te interese alguna. Todo tiene buen precio. Me están trayendo ropa de Ecuador y México barata, ni allí la encuentras a ese precio. Te doy mi palabra, lo que tengo de venta no lo encuentras en cualquier lugar.

¿Qué te sucede cuando tropiezas con alguna imagen del “innombrable”?

 Muchacho…Hombre… (Ríe con tono pícaro) Me da el “ataque de la croqueta”.Me sube un calor por todo el cuerpo. Yo te juro que lo evito pero es un fantasma, aparece en cualquier parte. Un día hice reír a la gente en una guagua, por el grito que emití, y la cara que debo haber puesto, al ver una foto suya que algún socio metió en mi cartera.

¿Eres feliz?

Por favor, claro que sí. ¿Cómo no voy a ser feliz? Cada sonrisa como la mía le duele a los promotores de la angustia y patrocinadores del odio. No tengo tiempo para entristecerme. Yo busco, creo, me construyo la felicidad.

¿Sobre la lucha de clases…? (Petro interrumpe)

Ay no…no, no, no. Por tu madre no. Estoy harto de “tequeteque” Mira chico, yo creo que hay dos clases fundamentales de seres humanos: los descarados y los guanajos. Para equilibrar existen algunos en el medio de las dos, son como un híbrido, pueden ser las dos cosas pero depende del momento histórico. Cámbiame el tema, tú y yo pertenecemos a la de los guanajos.

¿Te aferras a tus sueños?

No son sueños, son el futuro inmediato. La botella la tengo preparada para brindar. De paso ya estás invitado. La única utopía es hacer creer que nuestra hora para la ascensión al bienestar no va a llegar. ¡Voy a coger una borrachera ese día! (Ríe)  Posiblemente termine en un coma por tanto alcohol en sangre (Enciende un cigarro) Tengo una amiga que jura ese día salir desnuda y bailar como Dios la trajo al mundo en la glorieta del parque. (Sonríe) Ese día será grande, memorable.